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viernes, 7 de septiembre de 2012

SOCIEDAD

TARJETA ROJA AL FALSO FEMINISMO
> Por Elizabeth Chorubczyk

Directo desde España, Argentina ha importado una campaña contra la violencia hacia la mujer donde distintas celebridades y referentes populares posan ante una cámara cual referí expulsando a un jugador bajo el lema "Sacá tarjeta roja al maltratador". Combatir fuego con fuego: la violencia es respondida con violencia.




La propuesta, por demás simpática sobre el infantilismo de que la solución dentro de la violencia doméstica es tan simple como expulsar a quien la ejerce, reafirma la falta de crítica en un feminismo lineal y simplista donde la mujer es sólo una víctima descontextualizada que nada tiene que ver en la toxicidad de una pareja. A su vez el hombre no es un hombre ni una persona sino apenas un acto que debe aislarse aún más.
Esa lectura por demás chata de las relaciones heteronormativas son una gran contradicción para ser una campaña contra la violencia de género, principalmente porque es una campaña sumamente violenta.
No está pensada ni desde la búsqueda de informar/prevenir, ni la búsqueda de debatir/problematizar lo instalada que está la violencia en las parejas, sólo es una respuesta de derecha ante una situación de derecha símil a "muerto el perro se acabó la rabia" bajo el lema repetido una y otra vez de "quienes maltratan a las mujeres no tienen sitio en nuestra sociedad".
En vez de condenar al maltrato en sí, sin importar quién lo ejerce, se condena al maltratador, y a uno muy específico. ¿Acaso las mujeres no ejercemos maltrato en las parejas tóxicas? ¿No existe la violencia doméstica en parejas lésbicas? ¿Es la violencia de género sólo de riesgo relevante dentro de una relación de pareja, y sólo sobre la mujer?
Se pretende hacer con el maltratador lo mismo que con el delincuente, apartarlo socialmente en vez de ayudarlo a formar parte de la sociedad desde un lugar más sano para sí y para quienes lo rodean. En vez de hablar de una persona que se equivoca se lo simplifica como el error en sí, así sucede tanto con quienes tienen una lógica diferente, les faltan recursos, delinquen o descargan en su puño un mandato cultural: Loco, pobre, chorro o golpeador, etc. La persona deja de ser persona para ser lo que hace. Ya no es.
El feminismo hostil, vengativo y simplista, no es sino la otra cara de la misma moneda... y esa moneda se llama Machismo corriente.
La campaña versión argenta tiene página oficial con fotos donde invitan al usuario a imprimir un carton rojo e imitar a sus referentes populares, y puede verse aquí http://www.sacatarjetaroja.com.ar/
Durante la filmación de los spots publicitarios sólo una de las personas convocadas en el momento de filmar no estuvo de acuerdo con pronunciar la frase "quienes maltratan a las mujeres no tienen sitio en nuestra sociedad".
No es la persona sino la acción lo que tiene que ser repudiado. Esa es una diferencia que aún a nuestra sociedad le cuesta entender, y debería ser nuestro compromiso marcarlo.
Yo prefiero, en vez de sacarle tarjeta roja al maltratador, sacarle tarjeta roja al maltrato.
El maltrato es lo que no debería tener sitio en nuestra sociedad, y para erradicarlo sacar a una persona de la sociedad está lejos de solucionar el complicado entramado sobre qué es ser hombre y qué es ser mujer, quién lo determina y qué conlleva esa norma. 
El que una persona queme a otra sólo es una trágica consecuencia que comienza cuando una mujer va a hacerse una ecografía y decide en base a una genitalidad de qué color pintar el cuarto y qué valores inculcarle a una nueva generación que está en su vientre libre de violencia hasta el momento de ese diagnóstico cerrado y determinante.