> Por Laura Gam
Baño. Emma busca un hogar físico, tangible, paredes, puertas, ventanas y techo, tan simple y complicado a la vez como eso: un lugar donde tener su ropa, sus elementos personales, donde poder volver a diario a descansar, a estudiar, a comer y bañarse, a soñar. Un sitio donde lo nómade repose un poco y le permita entregarse a un profundo respiro.
Velas/fuego. Cada vez que se siente mal o ahogado piensa en lo natural, en el fuego, en lo vivo relacionado a la naturaleza. Eso lo calma, lo tranquiliza.
Agua caliente. Él es una persona muy sensible, el contacto de su cuerpo con el agua caliente no sólo le da mucho placer, el líquido cálido también lo contiene y lo cuida, se siente protegido, puede reposar su cuerpo, limpiarlo del mundo externo, prepararlo para volver a salir.
Luces de colores. La espiritualidad es un elemento importante en su vida. Convertido en santo en su estadía en Cuba, esos colores representan a cada una de las deidades que según la religión Yoruba lo rigen y lo acompañan.
Perro-Gato sobre sus manos. Más allá de su amor por los animales, este ser queer que está bajo su cuidado y protección, expone el costado materno-paternal de Emma. A su vez representa un poder transformador, ya que él fue rescatando diferentes partes de sí para construir un Emmanuel nuevo, y cuidar así de sí mismo también. Él es su propia creación.
Letras en vidrio empañado. Expresarse por medio de la escritura es liberador, lo hace espontáneamente, de forma visceral, tiene que ver con su presente y su futuro. "Cada uno nace de caída, el golpe no suele ser mortal sólo el amor". "Con el hambre en las palmas de las manos y los sones en los labios... con las últimas muertes del día y el cuerpo desarmado... a lo lejos los cánticos de los perdedores... aquí, la espera continúa, de lo sabroso a lo efímero... Salut! He aquí un salmón.”
Marcas/tatuajes visibles. Por más que así lo parezca, estas marcas en la piel no conforman una máscara vulgar que oculta su ser interior, al contrario, a través de ellas Emma deja a flor de piel todo su espacio íntimo, se abre al mundo y se comparte. Algunas son heridas de guerra, otras medallas ganadas. Un cuerpo guerrero que no teme ser vulnerable.
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