COMPLEMENTO es un e-zine que se actualiza el primer viernes de cada mes. Está hecho sin recursos económicos ni subsidios y cuenta enteramente con la buena predisposición de lxs colaboradores que optan aportar sus textos o imágenes al proyecto. NO HAY FINES DE LUCRO. Se agradece difusión por un pensamiento divergente. La Complemento desprecia al lector pasivo, busca un lector que piense y difiera de lo que lee, que discuta, un lector crítico. Al ser una entrega mensual se tomará como criterio un eje temático para cada número, pero NO un enfoque homogéneo. Bienvenida sea la genuina diversidad.

viernes, 7 de septiembre de 2012

OPINIÓN

CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA
> Por Lucas Gutiérrez


El velorio del colectivo se dio en medio de una gran (pequeña) fiesta donde se aprobó una de las leyes más avanzadas a nivel mundial. Hace poco más de dos años, en esa misma plaza, nos vimos congregados para esperar la aprobación del matrimonio igualitario. En dicha circunstancia éramos los todos, las todas y lxs todxs, mientras que en el día de la sanción de la Ley de Identidad de Género no llegamos a ser ni la mitad. Muchos de los gays y las lesbianas que ya pueden hipotecar sus casas y tener obra social conjunta no estaban, los osos en su cueva, las musculocas mirándolo por las teles del gym, las maricas... ¿qué ley?, las trans del interior peleando contra iglesia, policía y contravenciones, los hombres trans invisibilizados incluso en los medios de comunicación de los días posteriores, cuando estaban ahí desde mucho antes del festejo.


El colectivo LGTB nos congregó no por ser iguales sino por padecer segregación (y violencia y muertes) por un mismo motivo: una expresión sexual distinta a la heteronormativa. Sólo eso nos unía, pensarnos como un colectivo homogéneo era utópico. Esa misma segregación fue la que nos amalgamó y sin embargo, la ley de matrimonio igualitario - el primer logro conjunto - marcó el inicio del desmembramiento. Ya un grupo podía acceder a la “igualdad”, fue entonces que para ellos y ellas dejó de haber causas. La homonorma encontraba su lugar en el mundo.

No hay solidaridad. Hay focos, bastiones de lucha y resistencia que irónicamente deben luchar contra la homo-les-transfobia interna. Gays que ningunean o usan como pancartas a travestis, travestis que bardean a quienes se definen mujeres trans, lesbianas que no reconocen a los hombres trans, hombres trans que acusan de cisexistas a cualquier cisexual que se sume a una causa trans, homosexuales que acusan de reprimidos a otros hombres, y hombres gays que dicen “me gustan los hombres pero normales”, lesbianas marginadas de los intereses socio-políticos y económicos... Pero todos “juntos” contra la gran amenaza hetero. Claro, cuando el enemigo es  interno entonces no hay colectivo. Las franjas de color no se mezclan y si lo hacés da marrón mierda.




Y ahora henos aquí parados: las, los y lxs que somos con el cadáver pudriéndose en nuestros pies, infectándolo todo con su podredumbre. Es tiempo que el grande que fue, el que conquistó logros realmente invaluables - y no estoy siento irónico - se deje ir, descanse, mute, se vuelva abono y nutra la tierra que verá (está viendo) nacer los nuevos brotes. Una nueva generación que no necesite ni las eles, ni las ges, ni las bes, ni las tes, una nueva camada que pueda centrarse en una construcción a partir de lo humano, que no se piense incluida sino parte. Puede sonar utópico, pero tenemos experiencia en hacer realidad cosas que parecen imposibles. 
El colectivo, el Deus ex machina, ha muerto. Volvemos a vos Pacha, abrazamos un nuevo comienzo. Los de antes, los de ahora, los que se quieren, los que se odian, los que están, los que siempre van a estar, los que cogen así, los que cogen asá, los que somos: Todos.
Ilustración: Lopes Melillo