COMPLEMENTO es un e-zine que se actualiza el primer viernes de cada mes. Está hecho sin recursos económicos ni subsidios y cuenta enteramente con la buena predisposición de lxs colaboradores que optan aportar sus textos o imágenes al proyecto. NO HAY FINES DE LUCRO. Se agradece difusión por un pensamiento divergente. La Complemento desprecia al lector pasivo, busca un lector que piense y difiera de lo que lee, que discuta, un lector crítico. Al ser una entrega mensual se tomará como criterio un eje temático para cada número, pero NO un enfoque homogéneo. Bienvenida sea la genuina diversidad.

viernes, 7 de septiembre de 2012

CULTURA

IDENTIDADES MUTANTES
> Por Martín Villagarcía


El género, por ser una construcción cultural, está sujeto a los cambios de la cultura. Año a año el sistema clasificatorio se va expandiendo cada vez más, junto con una sigla que no para de acumular iniciales y definiciones. ¿Quiere decir esto que las identidades posibles de hoy eran inexistentes en el pasado? Ahora que sabemos que no todo es hétero o gay, ¿qué forma de vida elegiría hoy una antigua loca o un chongo de época? Hacia el final de su obra, Andy Warhol experimentó con el transformismo en su serie de autorretratos en drag. Si bien no era una práctica que le era ajena (sabemos que le encantaba montarse para ir a fiestas), recién en los años 80', con la ayuda de su asistente Christopher Makos, hizo obra con esto. La pregunta es: ¿por qué en los 80' y no antes? ¿Tuvo algo que ver con las luchas de liberación sexual de los años 70'? ¿Con Stonewall? 

Según el escritor argentino Raúl Escari, “Las exigencias del Mayo Francés, los posibles, se fueron realizando a principios de los 70' (…). Estos posibles fueron los movimientos de liberación de las mujeres, de los gays y lesbianas, o de un modo más general, la lucha contra toda la exclusión” . Una vez ganada esta lucha (o por lo menos luchada sin dar el brazo a torcer), lo que hoy entendemos por cultura gay adquirió rasgos específicos. Fue en algún momento de esta transición que las identidades estallaron y lo que antes era un simple binarismo chongo/loca, se expandió a lo que el filósofo francés Gilles Deleuze llamó “mil pequeños sexos”. 
Las consecuencias, cuando políticamente correctas (o, por lo menos progresivas) para muchos, fueron nefastas para otros. ¿Cómo encajar ahora en el mundo? ¿Qué casillero elegir? ¿Cómo adecuar la mente? ¿Cómo adecuar el cuerpo? En "Rosa prepucio", su último libro de crónicas, Alejandro Modarelli pone en discurso este lamentable estado de cosas en boca de las locas de ayer, que ya no saben cómo vivir. Lejos de la hermandad travesti y del culto al cuerpo y la juventud de la cultura gay, quedan en un permanente estado de retirada con capa caída. Si éste cambio no fue una solución para muchos que vivieron la transición, cabe preguntarse qué habría podido significar para quienes ni siquiera la vislumbraron. 
Hace poco la editorial Mansalva publicó "Los jóvenes", una nouvelle de Carlos Correas que había permanecido inédita hasta la fecha. La trama es casi inexistente y consiste más bien en un coro de voces compuesto por locas de todas las especies y colores hablando de su deseo por los machos jóvenes que van entrando al Anchor. Esas locas, tan comprometidas con su feminidad y pasividad y devotas hacia la actividad y masculinidad de los chongos, ¿tramitarían hoy en día su DNI? El mismo libro incluye el relato más conocido de Correas, “La narración de la historia”, sobre un chico bien que en su búsqueda incesante de sexo se levanta a un morochito que quiere más que un polvo express con él. En un momento aparece la fantasía de vivir juntos y uno se pregunta a qué responde ese deseo, ¿a un anhelo legítimo de convivencia o a un intento por acatar la norma y adoptar una forma de vida heteronortmativa? ¿Se anotarían hoy en la lista del registro civil para obtener su matrimonio igualitario?
Un caso similar es el del personaje Molina en "El beso de la mujer araña". Tan reacio como las locas de Rosa prepucio, se acepta una forma de vida distinta a la de su ser “mujer” junto con sus “amigas” y cortejar a su “macho”. ¿Cuánto hay de su autor, Manuel Puig, en él? ¿Cuánto hay de toda su generación? Si tuvieran las posibilidades de hoy, ¿se harían la reasignación de sexo? 
Juana Manuela Puig por effýmia
Ninguna de estas preguntas tiene respuesta. Con la suerte de los muertos uno sólo puede especular o levantar su propia bandera en su nombre. Así como Evita se convirtió en la inspiración y la cara visible de los Montoneros a través de un proceso de relectura (donde se la prefirió joven y de pelo suelto que glamorosa y con bananita), Brandon Teena es reinterpretada, a partir del film "Boys don’t cry", como ícono por el colectivo lésbico más como una lesbiana que como un hombre transexual. Algo similar ocurre con Marilyn Manson, ídolx de travestis y reverendo de la iglesia satánica.